Usando Mérida como base, pueden maravillarse primero en los cenotes : son agujeros de agua que los Mayas usaban como posos de agua fresca y que a veces, siguen usando así hoy en día. ¡Bañarse en un cenote es una experiencia infalible ! Hay tantos en Yucatán que no se pueden perder !
A La Calle, nos gusta particularmente los cenotes de Cuzamá.
Par ir, súbanse a una combi, esos minibuses que se encuentran en todo el país, a la esquina de las calles 50 y 67 en el centro de Mérida. En general, pocos extranjeros los usan, así que deberían aprovechar este tiempo para empezar una conversación con los demás viajeros locales ; es una buena manera de pasar el tiempo y practicar el español que aprendieron durante sus clases. Después de 1 hora y ½ de camino, llegan en el pueblo de Cuzamá. Unos triciclo-taxis les esperan para llevarles hasta los cenotes.
Una vez a la entrada de la zona de cenotes, descubran otro medio de transporte : el “truc,” una carreta de madera traída por un caballo.
El chófer del “truc” sigue una antigua vía de ferrocarril para ir a visitar los 3 cenotes (precio de la visita, de 1 a 4 personas : 250 $MXN). Otra vez, no hesiten a iniciar la conversación con su guía. Generalmente, son muy felices de dar a conocer su historia, anécdotas sobre su pueblo y sobre los cenotes.
Prevean 3 horas ahí porque su guía les dejara disfrutar de cada cenote por 30 minutos y el recorrido de uno a otro puede tardar un poco. A la vuelta, ¡digános cuánto les gustó !
Cómo hay unos 600 cenotes en la península, descubran otros :
– Cenote San Ignacioen Chocholá (a 20 minutos de Mérida)
– Cenote Xlacah, a cielo abierto en las ruinas de Dzibilchaltún, entre Mérida y el puerto de Progreos
– Cenote Zacíen Valladolid (en medio de una flora abundante)
– Cenotes X’kekény Samulá, en Dzitnup a 5 kilómetros de Valladolid
– Cenotes Ik-Kily Yokdzonot, cerca de Chichen Itzá
y todos los que descubrirán en camino y que muchas veces no están indicados. ¡Abran sus ojos ! Tendrán muchas sorpresas…