Mucuyche y Kankirixche son cenotes absolutamente magníficos y ciertamente nuestros favoritos en Yucatán. En estos cenotes semiabiertos y semicerrados, los rayos del sol producen efectos mágicos de luz. Muy popular entre los jóvenes del pueblo, a quienes , si tenemos suerte, podremos ver haciendo clavados impresionantes.
Antes de regresar a Mérida, nos detenemos en la abandonada Hacienda de Uayalceh. No dudes en preguntar a Raúl por la trágica y fascinante historia de las haciendas, su período de gloria, su decadencia y su práctica de la esclavitud.